En comunidad

En nuestro segundo encuentro comunitario, nos reunimos nuevamente para compartir y recuperar juntos la sabiduría de nuestras raíces fe una jornada profundamente emotiva y enriquecedora, donde el diálogo sincero dio paso al florecimiento de saberes sobre las plantas medicinales: sus nombres, sus usos, sus historias... y el poder que guardan como medicina viva que nace de la tierra y de la memoria colectiva.

Abuelas, abuelos, sabedores y sabedoras nos guiaron con su palabra sabia y generosa, recordándonos que sanar no es solo cuestión de cuerpo, sino también de espíritu, identidad y comunidad.

En esta jornada también tuvimos una valiosa participación de las mujeres de la comunidad, quienes compartieron sus conocimientos y experiencias en espacios de armonización e intercambio de saberes ancestrales.

A través de prácticas como el diagnóstico del pulso, se vivió la escucha profunda del cuerpo como un acto de cuidado, conexión y sanación integral.

Agradecemos de corazón a todas las personas que participaron y aportaron con su conocimiento, su tiempo y su energía.

Seguimos caminando juntos este hermoso proceso de sanación, reencuentro y resistencia cultural.

¡La memoria florece cuando se comparte!